Hace poco he descubierto que los juegos tienen pasado. Mucha gente de mi edad pensamos que juegos como Uncharted, Super Mario Galaxy o Halo han salido solos, de la nada. Ahora sé que no. Con este post quiero rendir tributo a aquellas recreativas, no consolas, con las que mi padre pasaba el tiempo. Se jugaba al Pac-Man, al Street Fighter, al Sonic... Gracias a los emuladores descubrí algunas joyas como estas, y comenzé a indagar. Por ejemplo, antes de desarrollar la consola a la que ahora dedicamos una web, Nintendo hacía cartas, de ahí el Koi-Koi del 42 juegos de siempre. Me impresionó pensar que los graficos de Sonic 1 fueran de lo mejorcito de la época... ¡Si ahora me dan dolor de cabeza! Me hizo gracia que en Street Fighter 2, cuando eliges a Vega, aparece la bandera de España con el águila de Franco... Le tenemos que dar gracias al físico William Higginbotham, quien se le ocurrió el Tennis for Two, o sea, el Pong que Atari comerzalició... O la Magnavox Odissey, en la que los jugadores apuntaban sus puntos en un papel, pues carecía de memoria alguna... Quien iba a decir, en el 72, que en el 2010 se plantearían los juegos en tres dimensiones y que los videojuegos parecerían más reales que la vida real... Tengo 12 años, y hace poco he descubierto que los videojuegos tienen pasado...